"-¡Oh, Lirio atigrado! -dijo Alicia, dirigiéndose a un lirio que la brisa iba meciendo dulcemente-. ¡Si tú pudieses hablar...!
-Claro que podemos -dijo el Lirio-, siempre que haya un interlocutor digno."
Utilizamos cookies para mejorar la experiencia de usuario. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para su uso y consideramos que aceptas nuestra política de cookies